La flexibilidad, otra gran olvidada.

Vamos a hablar en esta entrada de una de las cualidades físicas más olvidadas: la flexibilidad. Y he aquí la primera cuestión que nos asalta. ¿Es lo mismo elasticidad y flexibilidad? No, no es lo mismo. Podríamos resumir la elasticidad como la capacidad que tienen nuestros músculos de volver a su estado natural después de someterlos a una carga específica. La flexibilidad es la capacidad que tienen nuestros músculos de desplazar o separar las articulaciones hasta su rango máximo de movimiento. Como vemos, ambas son capacidades de nuestros músculos sí, pero capacidades distintas.

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 Una vez aclarados los términos y para facilitar las cosas, hablaremos a partir de ahora solo de la flexibilidad, pero con el conocimiento de que no es lo mismo que elasticidad y de que todo lo que hablemos en cuanto a beneficios y formas de trabajarla se puede aplicar a ambas cualidades. Mucha gente tiene claro que trabajar en su flexibilidad es imprescindible pero, por desgracia, también hay mucha gente que desconoce su importancia y consecuentemente no la trabaja nunca. Pero, ¿realmente es tan importante? ¿No vale con estirar antes y después del entrenamiento? Veamos sus beneficios y la forma de trabajarla de manera eficiente.

Beneficios del trabajo de flexibilidad:

– Ayuda a la prevención de lesiones.

– Mejora la coordinación muscular

– Aumenta la calidad de nuestros músculos y articulaciones.

– Mejora la salud postural.

– Mejora el rendimiento físico general.

– Aumenta nuestra conciencia postural (sentido cinestésico)

– Es un gran aliado en la relajación.

En definitiva conseguimos un cuerpo más sano y equilibrado, disminuimos la posibilidad de lesión y aumentamos considerablemente la calidad de nuestras articulaciones, lo que se traduce en un alargamiento de nuestra vida como deportistas y en una clara mejora de la salud a cualquier edad.

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A estas alturas ya deberíais de estar convencidos de la necesidad de trabajar vuestra flexibilidad. Veamos como y cuanto hemos de hacerlo.

¿Con qué frecuencia la entrenamos?: como es habitual, en la frecuencia de nuestros entrenamientos de flexibilidad van a influir muchos factores, como el tiempo del que disponemos, los entrenamientos de otro tipo que hayamos hecho ese día, etc. Sabiendo esto solo queda decir que debemos de trabajar nuestra flexibilidad de manera específica siempre que podamos. Cuanto más la trabajemos, más mejorará y más notaremos sus beneficios.

¿De qué manera la entrenamos?: deberíamos de entrenar la flexibilidad de manera específica y en sesiones independientes de cualquier otro tipo de entrenamiento que realicemos. Esto no quiere decir que no hagamos ningún tipo de estiramiento antes y después de nuestros entrenamientos, pero estos deben de ser apropiados, es decir, antes del entrenamiento buscar rangos de movimiento de menos a más en relación con el movimiento que vayamos a realizar y después del entrenamiento realizar un estiramiento muy suave que nos lleve a un estado de relajación física y mental pero sin tener como objetivo aumentar nuestra flexibilidad.

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Cuando si debemos centrarnos en esa mejora es en las sesiones específicas de flexibilidad. Estas podemos hacerlas de varias maneras, principalmente usando alguno de los tres métodos más conocidos, estático pasivo, estático activo y balístico. Lo aconsejable es trabajar con el método estático pasivo, pues es el más seguro a la hora de evitar lesiones y de ejecutarlo con una técnica correcta. Consiste en empezar a estirar el músculo deseado hasta un punto en el que notemos tensión pero no dolor, manteniendo esa posición entre 25-60 segundos para posteriormente volver a la posición de partida y repetir. Podemos hacer 3-4 series con cada músculo hasta haber estirado todo nuestro cuerpo. Si hacemos esto todos los días que podamos, con un mínimo de 3-4 veces a la semana notaremos una tremenda mejoría no solo en nuestra flexibilidad sino también en el resto de cualidades físicas.

Por supuesto, como en cualquier sesión de entrenamiento, no debemos olvidar el calentamiento. Realizar unos minutos de ejercicio aeróbico y de movimientos articulares suaves prepararán nuestros músculos y articulaciones para el esfuerzo que supone una buena sesión de flexibilidad.

He aquí un enlace a un ejemplo de tabla de estiramientos bastante adecuado para un practicante habitual de fitness. Recordad calentar antes, independizar esta sesión del resto de vuestros entrenamientos, mantener una correcta respiración y no forzar más allá de la sensación de tensión.

http://www.estiramientos.es/index.php?filt=pesas

Espero que este artículo os haya ayudado a comprender que la flexibilidad es fundamental para nuestra salud y para nuestro rendimiento, practiquemos el deporte que practiquemos. Un cuerpo flexible es un cuerpo joven, ¡no olvides esa frase y nunca dejes de estirarte! 😉

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